Antes y despues de un microloft de 40 m2 en Manhattan. Nos ha parecido superinteresante este post de decoesfera, y hemos querido compartirlo con todos vosotros.
Hay reformas complicadas y aquellas en las que el espacio disponible es escaso y el dueño de la casa quiere varios ambientes y permitir flujo de luz natural, suponen todo un reto. Por ejemplo este apartamento de unos cuarenta metros cuadrados en Manhattan en el que se ha aprovechado la gran altura, siete metros, para compensar la falta de espacio en superficie separando los ambientes como en capas.
Es una vivienda curiosa, en realidad no entra dentro de la definición estándar de loft, ya que la superficie que ocupa es pequeña, pero por otro lado es verdad que no tiene puertas y que todos los ambientes se comunican entre si aunque en cierto modo estén separados por los cambios de altura. Lo mejor será que veamos como era la casa antes y como ha quedado ahora.
En la imagen sobre estas líneas podemos ver en parte como era el apartamento antes de la reforma. Ladrillo a la vista en algunas de las paredes y otras pintadas en ocre, un conjunto demasiado oscuro para un espacio tan pequeño. Las escaleras muy cerradas con gruesos pasamanos y laterales totalmente opacos, eso ha sido lo que más ha servido para aligerar, se han cambiado estos lados por finas barandillas de metal.
Cuando lo que necesitamos es que un espacio parezca más grande de lo que es, o al menos que no resulte agobiante por su tamaño pequeño, debemos eliminar todas las barreras que podamos, como puertas y tabiques innecesarios y debemos elegir los colores más claros para decorar. Aquí se ha mantenido la madera natural en el suelo, pero se han pasado todas y cada una de las paredes al blanco.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en viviendas de dimensiones reducidas es el del almacenaje. Que tengamos una casa pequeña no significa que tengamos pocas cosas que guardar y por eso es tan importante no desaprovechar ningún hueco. Aquí se ha aprovechado especialmente el espacio que queda debajo de las escaleras y que es el lugar perfecto para guardar un montón de cosas.
En la foto sobre estas líneas tenemos una vista general del después de la vivienda en su parte baja. En el nivel a la altura de la calle están todos los espacios comunes, la cocina, el comedor y la sala de estar y junto a ellos el cuarto de baño, que está incluso un poco más bajo. La madera oscura contrasta con el blanco de muebles y paredes que ayuda a reflejar la luz en cada rincón.
El dormitorio está en la parte alta de la vivienda, concretamente en la tercera altura, ya que la cuarta y última sale ya al exterior a un pequeño jardín. No hay una superficie demasiado amplia para este ambiente, pero es más que suficiente para albergar un dormitorio funcional. Además tiene la intimidad que esta estancia necesita gracias a que es lo único que hay en su nivel de altura.
Y si te has quedado con ganas de más……
Con la imagen sobre estas líneas os podéis hacer una idea general de la distribución completa de la vivienda y de lo que hay en cada una de sus cuatro alturas. La zona más amplia en superficie es la de la parte baja, que tiene dos niveles y en la que están todas las zonas comunes y de uso más frecuente durante el día.
En la parte alta, sobre la sala de estar está el dormitorio como ya habíamos comentado anteriormente y si desde el dormitorio seguimos subiendo llegamos a una pequeña terraza o jardín superior que es muy pequeño, pero que teniendo en cuenta que está en Manhattan, es un lujazo. A mi me encanta esta casa, es cierto que es pequeña, pero está muy bien aprovechada y dividida y me parece súper acogedora.
0 comentarios
Trackbacks/Pingbacks